domingo, 7 de junio de 2009




El perfume de su almohada tu lo conoces bien y la humedad de sus sabanas blancas tambien suerte la tuya qe puedes tenerlo a tus pies sintiendo en tu boca sus besos qe saben a miel mirando como le hablas de amor el tiempo nose detiene y nada tengo yo qe esperar aunqe me quede en el aire

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